El directorio de YPF aprobó por unanimidad desprenderse de yacimientos de baja producción, los denominados “maduros”, dado que no le resultan rentables a la petrolera.
Tras evaluar esos activos, la petrolera determinó que esos campos estaban sobrevaluados en el balance, por lo que ajustó a la baja el valor contable de esos pozos en 1800 millones de dólares.
A partir de la decisión de desprenderse de áreas maduras, YPF explicó que busca optimizar su cartera de campos convencionales “con el objetivo de realizar una asignación eficiente del capital que priorice activos de escala que aporten mayor rentabilidad y resiliencia ante distintos escenarios”.
Los “yacimientos maduros” son aquellos que ya pasaron su pico “óptimo de producción”, remarca el comunicado de la empresa. “Las buenas prácticas de la industria petrolera establecen que, para las compañías de escala como YPF, no resulta eficiente ni rentable producir petróleo en este tipo de yacimientos, los cuales en general son operados por operadores más pequeños que puedan dar continuidad a la actividad”, ampliaron las fuentes.
Semanas atrás, YPF había anunciado un plan que le permitirá cuadruplicar su valor en los próximos cuatro años haciendo foco de las inversiones en Vaca Muerta, retirándose ordenadamente de áreas convencionales que dan pérdidas y suman ineficiencia, y poniéndose al frente de la industria para incrementar las exportaciones de petróleo y concretar el megaproyecto de GNL.
Con la llegada de su nuevo presidente y CEO Horacio Marín la petrolera puso en marcha los pilares de un denominado “plan 4×4” que consiste en cuadruplicar el valor de mercado de su acción en los próximos cuatro años, a partir de objetivos cuyas cifras se darán a conocer a los inversores en los próximos días.