Javier Milei se reunió con el embajador de Israel, Eyal Sela, en la Casa Rosada tras la suspensión de su viaje a Tel Aviv por el conflicto interno y el bombardeo en la Franja de Gaza.
El Presidente monitorea los detalles del operativo de seguridad por la marcha de jubilados desde Balcarce 50, que recibió un refuerzo de efectivos federales.
Por su parte, el jefe de gabinete, Guillermo Francos, se reunió con el embajador de la Unión Europea en la Argentina, Amador Sánchez Rico, en su despacho en la Casa de Gobierno. Según se pudo saber, el ministro coordinador recibe a las 12 al gobernador de la provincia de Neuquén, Rolando Figueroa, y tiene en agenda un encuentro con inversores a las 18.
El Ejecutivo sostiene que el jefe de Estado tiene previsto por el momento quedarse en su despacho hasta que termine la movilización al Congreso, que fue convocada para las 17 y contará con la participación de sindicatos y organizaciones sociales. En Nación no descartan que la Policía Federal instale un vallado en la plaza de Mayo.
El Gobierno sigue mientras la sesión de la Cámara de Diputados que trata el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) 179/2025 que habilita el acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y espera lograr mayoría simple para sancionarlo. El vicejefe de gabinete del Interior, Lisandro Catalán, está desde temprano en el Congreso.
El Gobierno comenzó desde temprano a aplicar los controles en los accesos ferroviarios y viales a la Ciudad de Buenos Aires a través de Gendarmería y la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte). Nación cambió la estrategia de seguridad por la marcha de los jubilados y no aplicará el operativo anti-piquete.
Es por eso que las fuerzas federales instalaron un sistema de vallado en las inmediaciones del Congreso, que corta las calles anexas, para evitar el contacto con los manifestantes. La medida se definió tras la reunión de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con el asesor presidencial Santiago Caputo y los jefes de la SIDE, Sergio Neiffert y Diego Kravetz, en Balcarce 50.
La Casa Rosada asegura que “se va a reprimir a todos los que intenten derribar el vallado” y sostiene que intentarán desconcentrar la manifestación con camiones hidratantes en caso de que haya un enfrentamiento. No espera barrabravas en la marcha y manifiestan que el operativo será similar al despliegue rutinario que se realiza en la apertura de sesiones ordinarias.
El Ejecutivo expresa que quiere evitar una situación similar a la del periodista Pablo Grillo, que sufrió una fractura de cráneo por el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno que disparó la Policía Federal. “La idea es que no haya un choque directo a menos que sea dispuesto por los manifestantes”, agregan en el oficialismo.