Catalina Peña, abuela de Loan, fue allanada anoche por la Policía Federal, que también ingresó en el domicilio de su tía Laudelina, pareja de Antonio Benítez, uno de los presos por el caso.
Fuentes del caso confirmaron que les secuestraron siete celulares que podrán ser peritados. La abuela, por ejemplo, fue allanada en la casa donde recibió a varios móviles de televisión, donde conserva un altar con varias imágenes religiosas, el mismo lugar donde Loan almorzó con los acusados antes de desaparecer y que fue el foco de las búsquedas en los primeros días del caso.
Así, los teléfonos se suman a otros 13 aparatos secuestrados anteriormente a los acusados en el expediente que serán peritados en las próximas horas por la Policía Federal, una de las medidas de prueba más anticipadas del caso. Este análisis, coinciden investigadores del caso, permitirá replantear la causa, a cargo del fiscal Mariano Guzmán y la PROTEX, el ala de la Procuración bajo los fiscales Alejandra Mangano y Marcelo Colombo que investiga delitos de trata, con la firma de la magistrada Cristina Pozzer Penzo.
La causa se inició bajo la sospecha de los fiscales originales del caso, Juan Castillo y Guillermo Barry, de un posible caso de trata de personas, pero se desconoce todavía si Loan fue captado para un adopción ilegal, para ser prostituido, esclavizado o si fue víctima de un homicidio. El expediente, por lo pronto, tiene la calificación de averiguación de delito. La Policía Federal está en el territorio con detectives de las áreas de Trata de Personas y Delitos Contra La Libertad Personal, así como detectives expertos en homicidios.
En las últimas horas, curiosamente, se conoció un supuesto chat entre Laudelina Peña y María Victoria Caillava, difundido por TN, donde la tía de Loan invita a una de las principales acusadas al almuerzo previo a la desaparición. Es un mensaje transmitido: la encargada de la invitación habría sido la abuela misma.
“Dice doña Catalina que te invita para mañana al mediodía para comer el pollo”, escribió Laudelina a Caillava, quien aceptó y dijo: “Me llevo a mi marido”. Luego, la funcionaria imputada preguntó qué debía llevar, a lo que la tía del nene respondió: “Lo que va a tomar”.