El Gobierno descongelará a partir de mañana un impuesto que tiene incidencia en el precio de la nafta y el gasoil, por lo que habrá un nuevo aumento en los surtidores a partir del primero de febrero.
Los tributos son el que se cobra al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que se encuentran pisados desde julio de 2021. Así lo aclararon fuentes oficiales, quienes aclararon que la actualización no será de una sola vez. Este proceso es clave para la recaudación del Tesoro nacional y las provincias.
Mientras tanto, las petroleras analizan en estas horas la magnitud de los incrementos para los próximos meses, basados en otras tres variables: la devaluación del tipo de cambio oficial, el precio del barril Brent y el precio de paridad de importación (es decir, que el valor sea similar al precio de importación del crudo). Estos cambios, en conjunto, implicarán un aumento en el precio de estos bienes desde el 1ro de febrero, que rondará de mínima entre el 10 y el 15 por ciento según los cálculos que manejan en despachos oficiales y el sector privado.
En detalle, los impuestos al combustible tienen un mecanismo de actualización basado en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec del trimestre previo en línea con lo que prevé la normativa vigente desde 2018. Desde mediados de 2021 que se prorrogan ininterrumpidamente y el último congelamiento vence este jueves.
La decisión que oficializará este jueves Energía a través del Boletín Oficial es un punto importante para las necesidades fiscales del ministro de Economía, Luis Caputo. “Si el Gobierno actualiza el impuesto a los combustibles, el precio de la nafta podría subir un 25%. El valor real del del tributo cayó un 85% entre dic 2018 y dic 2023. La recaudación mensual cayó un 77%. Nación podría juntar recursos extras por 0,37% del PIB y Provincias por 0,15%”, detalló el Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), aludiendo a una de las discusiones que se da por estas horas con los gobernadores: cómo compensar la pérdida de recursos después de que se retirara el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus, por la resistencia a apoyar una suba de retenciones, pero también el proyecto para reinstalar el impuesto a las Ganancias.